domingo, 28 de febrero de 2010

Cerveza holandesa - Royal Dutch Extra Forte

Después de la desagradable sensación que me despertó la Amsterdam Maximator, le cojí cierto temor a las cervezas lager con alto contenido alcohólico. Ya mucho tiempo después de esa inolvidable experiencia, me encontré con la cerveza holandesa Royal Dutch Extra Forte; en su lata se destaca, en números de tamaño grande, su contenido alcohólico de 8,5%, lo que me dio ciertas sospechas y un poco de rechazo a la hora de comprarla, pero finalmente decidí darle una segunda oportunidad a este tipo de cervezas.
Royal Dutch comenzó siendo elaborada por la cervecería holandesa Orange Boom (naranjo en español), pero esta fábrica fue cerrada en 1990 y su elaboración pasó a manos de Breda Brewery, pero más adelante Breda fue vendida a Interbrew. En 2004, el grupo InBev cierra Breda y transfiere la producción Dommelesch, hasta el día de hoy.

Precio: $5.500ºº
Alcohol: 8,5%.
Estilo: Lager fuerte.
Color: Amarillo cristalino.
Aroma: Maltoso, alcohol, toques sulfurosos.
Espuma: Blanca, delgada, salada, corta duración.
Sabor: Maltoso, alcohólico, leves toques herbales, poco amargo.
Carbonatación: Leve.
Cuerpo: Ligero.
Regusto: Alcohólico y levemente amargo.
Apreciaciones personales: He de decirles que tuve algo de temor cuando destapé la lata, por las situaciones que expuse al principio, afortunadamente, el aroma que emanó, si bien tenía toques alcohólicos, no eran tan desproporcionados como yo creía, dando lugar a la malta e inquietantes toques sulfurosos. Ya vencidos mis temores, saboreé la espuma, nada especial y luego procedí a beberla. El alcohol, si bien era lo que más se sentía, no era hostigante, quizás cortados por los sabores maltosos, y los toquecitos herbales y amargos. En regusto, si bien calienta la garganta, desaparece demasiado rápido, fue totalmente aguado.
En pocas palabras, una cerveza para nada agresiva con el paladar y que pasa de largo, un alcohol que alcanza a marear pero sin ninguna característica adicional que la destaque de otras cervezas macro lager.

sábado, 27 de febrero de 2010

Solidaridad con los hermanos chilenos

Hoy sábado desperté con la aterradora noticia que un poderoso sismo había golpeado de manera inclemente a Chile, causando mucha destrucción y desolación en gran parte del territorio del hermano país. Las imágenes que van llegando conforme transcurre el tiempo son impactantes, cientos de edificaciones derrumbadas y mucha gente sufriendo porque perdieron todo lo que tenían (incluso, a las personas que más querían).
Desde este blog, un saludo de solidaridad y mucha fortaleza para todos nuestros hermanos chilenos, especialmente para Catador y Chris (un colombiano viviendo en Chile). Rogamos a Dios para que ellos y sus seres queridos se encuentren sanos y salvos, así como todo su patrimonio. Un abrazo para nuestros colegas cerveceros.

martes, 23 de febrero de 2010

La Ronda Nº 21: Alabanzas Apresuradas

El equipo de españoles fanáticos de la cerveza Hipos Urinatum, decidió acoger la vigésimo primera Ronda Cervecera. Teniendo en cuenta los cientos de cervezas que han pasado por sus paladares y criticado sus dedos, el tema que han sugerido tiene la firma característica de nuestros colegas:

¿Alguna vez habéis probado alguna cerveza por primera vez, que en el momento os pareciese una casi completa perfección, a la que más adelante hayáis dado una segunda cata y vuestros pareceres ante esta cerveza hayan disminuído sustancialmente? No me refiero a que la segunda vez os parezca una mala cerveza, sino que no haya llegado a los niveles épicos que alcanzó en vuestro primer paladeo, cuando incluso os atrevisteis a ponerla en vuestro top 5 personal.

A título personal, pienso que esa situación sucede cuando se comienza a ingresar a este mundo, y nuestro sentido del gusto no está tan agudo (claro, lo que se bebió durante toda la vida fueron cervezas de escaso sabor) y cualquier sabor novedoso de esas cervezas "no probadas antes" nos deslumbra, tanto que esas marcas las ponemos en un pedestal, donde son motivo de adoración. Ya con el correr del tiempo, nuestro paladar va evolucionando y esas bebidas "adoradas", dejan de serlo.

Cuando probé por primera vez, en 2007, la cerveza holandesa Bavaria 8.6, me encantó, ya que en ese entonces, creía que las cervezas lager sólo podían ser amargas y ésta me hizo sentir notas dulzonas y afrutadas que captaron de inmediato mi atención. Fue una cerveza que disfruté de principio a fin, aunque las notas de cata fueron totalmente escuetas y no reflejaron las sensaciones generadas.
Fui un asiduo consumidor de esta referencia durante varios meses, pero ya, para ese entonces, conocí otras cervezas con sabores y aromas muchísimo más complejos que poco a poco me hicieron dejarla a un lado. Hoy día, la compro de manera muy esporádica, pero cuando la vuelvo a vertir en un vaso y degustarla, la disfruto con el mayor de los gustos, aunque ya no genera lo mismo de áquel día.

domingo, 21 de febrero de 2010

Lo sucedido en el Evento Cervecero de la UN

El fin de semana pasado estuve en la ciudad de Medellín, como catador invitado al 2º Curso Internacional Sobre Cervezas Industriales y Artesanales de la Universidad Nacional, evento al que se dieron cita emprendedores, trabajadores de la industria cervecera, personas de la rama química y de alimentos e interesados por aprender más de la cerveza.
Apenas se llegó al hotel, estaba en la conferencia de apertura el maestro Alejo Guinjoan, explicando todos los procesos involucrados en la fabricación de cerveza. Muchos de los asistentes tomaban nota de la vaiosa inforamción que estaba transmitiendo Alejo, al final, se aclararon las dudas de los espectadores. Cabe recordar que el día anterior, él dictó un curso teórico-práctico de elaboración cervecera a nivel casero.
La segunda conferencia estuvo a cargo de una funcionaria del Invima, entidad que confirmó a última hora su participación en el evento y que es la encargada de expedir las licencias y permisos para la industria de alimentos y medicamentos. A pesar de la buena explicación que se dio acerca de la normatividad vigente, fue la intervención donde más inquietudes y preguntas se generaron, sobretodo en la parte de montaje de cervecerías y que se debía hacer para que evitar al máximo los inconvenientes a la hora de tratar de obtener una licencia de funcionamiento por parte de dicho instituto. A pesar que se dio alguna guía, es una temática bastante densa, llena de terminología de abogados y de difícil comprensión para aquellos que no están en la rama legal, pero vale mucho el esfuerzo que hizo la Universidad Nacional por traernos esta conferencia de suma importancia.
Después de la charla del Invima, fue el turno de uno de los patrocinadores del evento, Industrias del Maíz S.A. El expositor encargado fue Ezequiel, quien centró su presentación en el tema de los adjuntos cerveceros, principalmente en los jarabes de alta maltosa y que se utilizan de manera masiva por parte de las grandes cerveceras. Ezequiel explicó de manera muy detallada como es el uso de estos insumos y su papel en la reducción de costos que se obtienen cuando se integran a la cadena de producción. Al utilizar dichos adjuntos, se logra eliminar varios pasos de la elaboración de cerveza, además de aumentar los rendimientos sin necesidad de grandes inversiones. Un tema muy apropiado para entender porque hay una diferencia abismal entre los precios de una cerveza macro y los de una artesanal o micro industrial.
Después de los adjuntos, fue el turno de Bavaria, el expositor (que no era el que estaba designado previamente y que hizo lo posible por dar una buena charla) nos dio la introducción con un video publicitario de la compañía, en el que explicaban la manera en que Bavaria elabora sus cervezas y una vez que finalizó, expuso algunas generalidades relacionadas sobre la manera en que es vista la cerveza por parte de esta empresa.
Para finalizar las actividades del día viernes, llegó la hora de la cata, en la cual se degustaron ocho cervezas que fueron Corona, Pilsen, Stella Artois, Hoegaarden, San Tomás Hefe, BBC Monserrate Roja, Leffe Brune y Murphy's Stout. La Cata fue dirigida por Juan Camilo Riveros (chef profesional) y por mi, donde las personas tuvieron la oportunidad de ampliar su universo gustativo al probar cervezas de diferente estilos. Una vez que diciamos y escuchábamos las impresiones generadas, era el turno de Lyn Kruger (CEO del Siebel Institute of Technology) quien con su paladar y olfato ultrasensibles hallaba características imperceptibles para la mayoría (entre los cuales, me incluyo). Por ejemplo, le descubrió notas frutales a la cerveza Pilsen.
La cervecería Inducerv San Tomás nos tenía preparada una grata sorpresa, cuando trajeron un bus que nos llevaría a la planta. La gente estaba muy entusiasmada, ya que muchos eran la primera vez que visitarían una instalación de este tipo. Al llegar, fuimos recibidos con toda la cordialidad de las personas de Inducerv (cosa característica en ellos). Una vez ahí, se organizó un tour por toda la fábrica, en la que la ingeniera Luz Helena explicaba a los asistentes como se hace la cerveza San Tomás. Una vez finalizado el tour, nos invitaron a tomar sus cervezas, en compañía de unas ricas tablas de quesos.
El día sábado fue absolutamente de la invitada de honor, la señora Lyn Kruguer, una eminencia en las ciencias cerveceras y experta en el tema de microbiología. Para su intervención, se contó con el servicio de traducción simultánea, con el fin que todos los asistentes pudieran aprovechar al máximo los conocimientos transmitidos por Kruguer.
Ella se centró en el tema más crucial de la industria cervecera, la fermentación y todos los procesos y problemas que en ella pueden suceder. Fue una charla bastante técnica en la cual era necesario tener algunas bases de microorganismos y química, pero que Lyn trató de simplificar para que todos pudieramos entender lo que ella decía. Una conferencia fenomenal, de manos de toda una autoridad cervecera a nivel mundial.
Ya para finalizar el evento, Juan Camilo Riveros y yo dirigimos unos maridajes cerveceros, con el apoyo de un grupo de estudiantes del Instituto Superior Mariano Moreno (escuela de gastronomía), quienes se encargaron de los pasabocas y la fabricación de un helado cuyo ingrediente principal era una cerveza elaborada por Riveros. En esta actividad se dieron las pautas y sugerencias a seguir para que la combinación cerveza-comida fuera una experiencia magnífica.
Deseo agradecer de manera muy especial al ingeniero José Fernando Botero y Ángela, artífices y organizadores de este estupendo congreso, por darme la oportunidad de estar presente y darme a conocer más en la escena cervecera y a la gente de Inducerv, especialmente a Juan Camilo y Juan Carlos por el tour a su planta. Esa es una de las mejores maneras de promover la cultura cervecera.

lunes, 15 de febrero de 2010

Cultura para muchos

La mejor manera de llevar a la gente las cosas novedosas es hacer que éstas se identifiquen de la mejor manera posible con las personas. Me explico, cuando salieron los computadores, éstos eran máquinas sumamente complicadas y que sólo podían manipular científicos (y muchos, en ese entonces, dijeron que eso sería un fracaso). Pero pasaron los años y los fabricantes empezaron a simplificar la operación de estas máquinas e instalarles programas útiles para el público, y éste los acogió con gran aprecio, de manera que empezaron a ganar popularidad y llegar a ser la gran revolución de los últimos años.
Pasa lo mismo con la cerveza microindustrial, artesanal e importadas. En sus inicios, comenzaron siendo círculos muy cerrados a los que sólo podían acceder un limitado número de personas, ya sea por los limitados volúmenes de producción o su precio. Luego de algún tiempo, los emprendedores cerveceros quisieron ampliar los horizontes e intentar que sus productos se identificaran plenamente con más personas.
Un empresario decidió bautizar las bebidas y comidas de sus pubs con lugares y calles comunes de la ciudad, un grupo de socios decidieron bautizar sus cervezas haciendo referencia a un accidente geográfico que atravieza el país y un emprendedor decidió que la mejor manera de dar a conocer su naciente proyecto era participar y apoyar eventos referentes a la gastronomía y/o cervecería, donde la gente iba a estar. Todas estas estrategias han dado excelentes frutos y han hecho que las tres cervecerías ya tengan un amplio reconocimiento a nivel nacional.
Así mismo, todo el movimiento de las publicaciones digitales (o blogs) también han puesto su grano de arena para llevar la cultura a más gente, escritos por personas del común, utilizando el lenguaje que utilizamos día a día, sin caer en terminología extraña que sólo entenderían pocas personas y plasmando las sensaciones que generarían en la mayoría de las personas. Una hermosa tarea que ha traído satisfacciones adicionales para algunos (aparecer en una revista especializada o como conferencista en un evento cervecero de gran envergadura).
Cada día me siento más orgulloso de dedicar un poco de mi tiempo a esta maravillosa bebeida y de contar con colegas que hacen lo mismo, y que con su apoyo y camaradería (así sea a la distancia) hacen de esta labor, una experiencia única y estupenda.
¡¡Un saludo a todos!!

domingo, 7 de febrero de 2010

Cerveza colombiana La Rolita: Por Cavanzo

El par de cervezas que traigo a discusión en esta oportunidad, son producto de quizás la única nanocervecería (propiamente dicha) que hay en Colombia, La Rolita. Esta pequeña planta fue creada por el maestro Nicolás Cavanzo (experto en elaboración de estilos belgas), un soñador y emprendedor cervecero, que después de un periplo por la región de Benelux, llegó a su tierra natal y aprovechó que un área de su apartamento estaba absolutamente desocupada y decidió convertirla en una sede de producción cervecera.
Cuenta la leyenda que la nanocervecería es una especie de laboratorio de fabricación de chips electrónicos, es absolutamente aséptica, el aire es totalmente limpio, no hay rastros de humedad, hay una fuente de luz UV potente que se enciende para dejar la habitación totalmente estéril de microorganismos enemigos de la cerveza. En pocas palabras, hay un ambiente sumamente adecuado para que se obtenga una cerveza de altísima calidad y sumamente pura.
Tuve la oportunidad de conocer el maestro Cavanzo cuando su colega, el maestro Guinjoan, me lo presentó durante el Evento Cervecero de la Universidad Nacional que se realizó en agosto. Luego, en la Reunión de Cerveceros Caseros, fue la primera vez que probé sus cervezas y para el mes de diciembre me obsequió cuatro botellas de sus cervezas. Cabe recordar que actualmente, el maestro Cavanzo se encuentra en el curso de maestría cervecera del Siebel Institute, con el fin de aprender más de la elaboración cervecera y hacer que su nanocervecería crezca y se vuelva una planta microindustrial. Desde acá, los mejores éxitos para Nicolás en su formación profesional y que La Rolita se convierta en un magistral proyecto cervecero.
CERVEZA LA ROLITA WITBIER
COLOR: Dorado pálido y turbio.
ALCOHOL: 5,1%.
ESPUMA: Blanca, gruesa, densa, salada y amarga. Duración moderada.
AROMA: Moderado, naranjas, malta, vainilla, toques herbales.
SABOR: Ácido moderado, amargor leve, naranja, madera, toques a cilantro, pan fresco.
CUERPO: Leve a medio.
REGUSTO: Amargo con fuerte presencia de sabor a naranja.
APRECIACIONES PERSONALES: Para ser una witbier artesanal, no tiene nada que envidiarle a su similar belga Hoegaarden. Un color bastante inquietante, variedad aromas que estan en su punto, una espuma provocativa y un sabor partícular (típico de este estilo) que hacen las delicias en el paladar, además que su suavidad permite disfrutarla de principio a fin sin sentirse hostigado.
LA ROLITA SCOTTISH EXPORT
ALCOHOL: 5,1%.
COLOR: Ámbar turbio.
ESPUMA: Blanca, gruesa, densa, salada y amarga. Duración permanente.
AROMA: Intenso, maltoso, uva, frutos rojos, vainilla, banano.
SABOR: Amargo leve, vinoso, fresa, maltoso, toques a madera y ahumado.
CUERPO: Medio.
REGUSTO: Vinoso y amargo.
APRECIACIONES PERSONALES: Un atractivo color ámbar salta a la vista, pero quizás lo que más me sorprendió fue la excelsa calidad de la espuma, que siempre estuvo presente hasta que finalicé mi copa. Un festival de aromas y sabores frutales que nos hace caer en cuenta que estamos ante una estupenda cerveza, con una suavidad que sorprende. Un regusto amable con la garganta que invita a los siguientes tragos. En conclusión, una cerveza digna de repetir.
Agradezco al maestro Cavanzo por estos presentes y la próxima semana traeré a conocer los dos estilos restantes.

Para finalizar, una invitación para escuchar mañana al mediodía (17:00 GMT), en los 100.4 MHz de la UN Radio Medellín (o en el sitio web) una pequeña entrevista que me hicieron acerca de la cultura cervecera en Colombia. ¡¡Merece ser escuhada!!