Muchas veces se lee en los blogs cerveceros o se escuchan opiniones cuando alguien dice que una cerveza es intomable. Curiosamente, si una cerveza fuese en realidad intomable, la empresa que la elabora la sacaría del mercado o iría derechito al abismo, pero en varias oportunidades se ha visto que no ocurre ni lo uno ni lo otro.
Quizás, varios lectores estén pensando que alguien que se bebió una cerveza que llevaba 13 años de caducada no tiene mucho que opinar acerca de esto, pero si me gustaría señalar mis APRECIACIONES PERSONALES para declarar que una cerveza tenga el adjetivo de "intomable".
Las percepeciones a citar, son fruto de lo que he experimentado a lo largo de los años, donde se generan situaciones que me impiden de verdad seguir bebiendo una cerveza en específico, porque mi salud podría estar en riesgo.
Para mi intomable se refiere a:
1) Una cerveza que sepa y huela a óxido.
2) Una cerveza que huela a huevo podrido (sobra la explicación).
3) Una cerveza que huela y cuyo sabor se asemeje mucho al del alcohol medicinal.
4) Una cerveza que debiera tener gas carbónico y no lo tiene.
5) En contraste con el punto anterior, una cerveza con demasiado gas.
6) Una cerveza extremadamente dulce.
7) Una cerveza cuyo sabor sea demasiado astringente y tenga toques metálicos.
8) Una cerveza demasiado ácida (excluyendo a los estilos que sean así).
Contrario a lo que muchos piensan, las cervezas que son demasiado aguadas, a la hora de beber, hago el ejercicio mental que estoy tomando algún refresco o agua saborizada y me la bebo sin problemas (eso si, una sola vez).
Y para ustedes, lectores, ¿qué los hace botar una cerveza por las cañerías?
Bidassoa Lager Blond
Hace 1 semana