Aprovechando que era víspera del halloween, los colaboradores del bar, varios clientes y expositores decidieron lucir sus atuendos relacionados con esta festividad, aunque el hecho de estar sin disfraz no era impedimento para ingresar y disfrutar de las bebidas.
Sin embargo, el punto más interesante de este festival fue el hecho de conocer como fue la convocatoria para que las cervecerías pudiesen participar. Bajo un espíritu bastante altruista, los propietarios del bar me comentaron que el derecho de instalar los puntos de degustación y venta fue totalmente gratuito, y que todo el dinero obtenido durante la actividad era totalmente para las cervecerías participantes, por lo que Statua Rota sólo ganaba dinero con la venta de las comidas y de sus propias cervezas. Sin duda alguna esta actitud me dejó gratamente sorprendido y con un gran gesto de admiración hacia los dueños, que están totalmente comprometidos con la causa cervecera.
La logística del evento ubicó a los participante en los dos niveles de la casa donde funciona el bar, de la siguiente manera:
En el primer piso hicieron presencia Madriguera, Mono Bandido, Tomahawk, Moonshine, Beer Lab y el importador de cidras British Ciders.
En el segundo piso se ubicaron Master Beer, 3 Carités, Bárbaros, Non Grata y Nilo.
La temática del festival consistía en que había posibilidad de obtener una pequeña muestra gratuita de las bebidas, y si lograba cautivar al consumidor, éste podía adquirir un vaso de 330 mL por $10.000°°, que se pagaban directamente en los puntos.
Las cervezas por las que adquirí el vaso en este festival fueron las siguientes:
1) Cervecería Nilo con su ale de calabaza, una placentera cerveza especiada y de cuerpo robusto.
2) Cervecería Non Grata con su cerveza de guarda (biere de garde) elaborada con Panela, bastante alcohólica y con mucho caracter.
3) Cervecería 3 Carites y su sorprendente ale con chile habanero, cuya sensación en garganta era totalmente picante.
4) Cervecería Madriguera y su rey mapache, una suave y sedosa american golden ale.
5) Cervecería el Mono Bandido con su refrescante cerveza blanca (witbier).
6) Cervecería Bárbaros y su contundente, corpulenta ale especial de fresa.
Como muchas de las cervezas eran de un elevado contenido alcohólico, decidí beber un generoso vaso de agua entre éstas para evitar embriagarme rápidamente, así mismo, como tanto lúpulo abre el apetito, decidí comerme una rica hamburguesa acompañada de papa criolla que me ayudó a mitigar aun más la sensación de borrachera.
Y bueno, aparte de beber tuve la oportunidad de charlar con personas muy agradables y encontrarme con muchos conocidos, tanto por el lado de la cerveza así como del ámbito laboral. De igual forma, y como era una fiesta de disfraces, me sorprendí con el trabajo y empeño que le pone mucha gente a la hora de crear su fantasioso vestuario. A medianoche partí muy satisfecho hacia la casa.
En conclusión, fue un evento organizado de forma impecable y a pesar que el bar estaba totalmente lleno, no hubo caos y el ambiente fue supremamente afable. La atención de todos los participantes hacia la clientela, que gustosos, explicaban lo que trataba la bebida y como había sido elaborada con el fin de cautivar la atención fue algo también de resaltar. Pero el punto cumbre, y lo vuelvo a repetir, es el ánimo totalmente generoso y desinteresado de los propietarios de Statua Rota al disponer todo el espacio de su bar para que las cervecerías pudiesen tener la oportunidad de darse a conocer y decirle a toda la ciudad que el movimiento de la cerveza alterantiva sigue tomando impulso hasta lograr la total consolidación. Felicitaciones a Statua Rota por esa admirable actitud, todos mis elogios hacia ustedes.
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